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Entrevista
«Estar en paz es como volar y volar se aprende volando»: Nadir Chacín
Realizada por Taika Ramé el viernes 13 de febrero de 2009
Nadir Chacín y Taika Ramé están sentadas sobre un sofá café, en frente tienen el escritorio repleto de papeles que aguardan ansiosos su próxima lectura. Éste es su pequeño estudio en la colonia Del Valle en el Distrito Federal (México). Nadir, la joven autora del libro Senderos de paz publicado por la Editorial Santillana (Alamah, 2008), ha llegado a la cita ataviada con unos sencillos jeans y una camisa que combina con el color del sofá. Al cuello lleva un collar de piedritas ojo de tigre, quizá un amuleto: ¿elección casual?, ¿mera intención? ¿Será posible protegerse de uno mismo?
Ambas mujeres ya entradas en la plática y tomando su té favorito escuchan una voz en off que les dice: «Tercera llamada»… (se miran) y afirman al unísono: «Llegó la hora de la verdad, manos a la obra».
Taika Ramé (TR): Dicen que en Oriente el ojo de tigre le daba la virtud a los guerreros heridos de pasar por muertos ante los enemigos… ¿Acaso estás herida?
Nadir Chacín (NCH): No hay nada mejor que pasar desapercibido temporalmente cuando tienes heridas graves, al hacerlo se te abre un espacio para pensar, sentir y decidir el siguiente paso. Armas una nueva estrategia. Ya no estoy herida, pero el uso del amuleto me recuerda que tengo un ego y cómo funciona.
TR: Uhmm Nadir, ¿qué es el ego y por qué es importante?
NCH: El ego es la imagen falsa que tenemos de nosotros mismos. Lo que creemos que somos. Digamos que es como una mentira personal. A través de esa mentira observamos y vivimos un tipo de mundo, nuestro mundo pequeño, y también el mundo más grande, el social. Este mundo es transitorio y firme a la vez. El ego tiende a mandar y a dar órdenes porque esa es su función, llevar la contraria, se alimenta de la oposición, pero sin oposición tampoco habría avances en la vida.
TR: ¿Quieres decir que las malas experiencias son necesarias?
NCH: Digo que la vida está llena de contrastes, grises, blancos y negros, así como los humanos también lo estamos. Nada es inmutable, todo cambia, y las experiencias malas son parte de la vida. Vienen y van siempre. El entendimiento de esa oposición (del ego) es importante porque aprendes a vivir en medio de esos contrastes.
TR: Yo preferiría que mi vida fuera tranquila que nunca me pasara nada malo. Honestamente… ¿tú no quieres lo mismo?
NCH: Querer está muy bien, yo claro que quisiera que nunca me pasara nada malo, ni a ninguno de mis seres queridos, pero el tema no es lo que yo quiero sino lo que es. La vida también tiene su propia dinámica porques somos seres gregarios y vivimos en sociedad. Por una parte, somos los seres humanos los que decidimos el rumbo de nuestra vida, y por otra, la vida misma y la sociedad marca ciertos caminos que quieras o no hay que recorrerlos. Tu propio ego, esa voz interna, se encarga de decirte que la vida es una azar y que no podemos hacer nada por cambiarla. Pero no es cierto, es parte de su mentira. Sí que podemos hacer mucho. El tema es dejar de sufrir.
TR: ¿Por qué escribiste sobre la felicidad en tu libro Senderos de paz, sobre cómo vivir en paz?
NCH: Cuando un escritor decide relatar historias para otros existen muchas razones. Una importante es interna, muy íntima, se trata de una necesidad, diría yo. Necesidad de decir, de sacar de adentro de uno mismo las cosas que duelen, molestan o para las que estás buscando una explicación. Escribir es desnudarse ante un lector primero imaginario y luego real. Quitarse todas las capas que ocultan lo que eres, dejar por un rato los disfraces y verter sobre el teclado las verdades que más te asustan, las que te han dejado herido. Yo siento que cuando escribo me curo. De allí que diga que es una necesidad. También me gusta compartir lo que he aprendido, por eso escribí Senderos.
TR: Entonces sigues buscando respuestas…
NCH: Sí. Mi libro fue escrito por una persona común para gente común. Es decir, no soy una iluminada ni una gurú. Ni los lectores son mis aprendices. Cada quien tiene que encontrar su propio maestro interno. Yo escribo desde la posición de alumna de mi propia vida y de mi ser, y de otros sabios y grandes maestros. Eso tiene un lado positivo muy bueno en comparación con otros libros de crecimiento personal. Los lectores se ven reflejados completamente porque yo soy tan falible como ellos, también tengo errores, indecisiones, dudas y se notan en el libro. No he tratado de ocultarlos. Senderos de paz narra -con palabras sencillas y consejos útiles- la búsqueda de una persona común y corriente, muestra qué cosas de mi búsqueda me han dejado un aprendizaje. Describe un atajo ya probado para los que también andan buscando el camino espiritual. La paz.
TR: Con la gran oferta de libros de este tipo uno se siente perdido. En Senderos de paz hablas del Budismo Zen, ¿por qué ese camino y no otro? 
NCH: El Budismo Zen es una de las escuelas budistas orientales más conocidas y apreciadas en Occidente. Zen significa comúnmente «meditación», se refiere a la «contemplación». Contemplar implica un estado de concentración en el presente a través del cual liberamos la mente de los pensamientos compulsivos. Si te fijas en lo que piensas durante un rato verás que nunca dejas de pensar, en un segundo puedes tener en la cabeza el pago del teléfono, tu novio que te dejó, la entrega del próximo trabajo de la universidad y el tipo que acaba de cruzar la calle con su perro. Siempre pensando, un pensamiento tras otro. La meditación que es la base del Budismo Zen te enseña como parar esa locura de estar piense y piense, mil cosas todas juntas y a toda hora. Desde que yo empecé a meditar a diario mi vida dio un vuelco, no sólo desde el punto de vista espiritual sino físico, de salud. 
TR: ¿Por qué meditar puede mejorar la salud?
NCH: Se han realizado muchos experimentos científicos y médicos sobre los beneficios de la meditación, en mi libro explico algunos. Cuando el cuerpo se relaja lo hace también psicológica y fisiológicamente. Eso hace que funcionen mejor sus mecanismos auto-reparadores. Nuestro cuerpo es sabio y la pensadera compulsiva hace que su sistema funcione a medias. La meditación alivia el estrés, la ansiedad y otros síntomas físicos. También produce cambios a nivel cognocitivo, en la mente, fomenta la auto-observación de nuestras conductas ayudando a comprenderlas y modificar los patrones destructivos de nuestro pensamiento y de las acciones particulares que hos hacen sufrir. Lograr sobrepasar los límites que nos ponemos a nosotros mismos, para eso se medita.
TR: También abordas el tema de la física cuántica que está muy de moda. ¿De qué se trata?
NCH: Lo mejor que puedo hacer es poner ejemplos. La física cuántica, que estudia el mundo pequeñito de los átomos, ha llegado a conocimientos asombrosos. Uno increíble es que el observador produce cambios sobre la realidad que observa. Me explico. La mayoría pensamos que la realidad objetiva existe por ella misma, independiente de nosotros, sin que tengamos que hacer o decir nada. Resulta que los físicos cuánticos han descubierto que nosotros modificamos esa realidad lo hagamos intencionalmente o no.
TR: ¿Y eso qué implica?
NCH: Significa que lo que conocemos como el mundo externo, la vida de afuera, puede ser cambiada y no es fija. En otras palabras, podemos cambiar a voluntad lo que vivimos, sentimos, padecemos, queremos, deseamos a través de nuestras acciones y pensamientos. El cuerpo -por ejemplo- está hecho de la misma materia que estudian los físicos, así que los pensamientos que tenemos sobre nuestra salud modifican al cuerpo para bien o para mal. La forma en que nos observamos en el espejo y lo que pensamos mientras lo hacemos modifica las células del cuerpo que están conformadas por átomos, uniones de miles de ellos. Ya se ha comprobado que incluso puede modificarse el ADN conscientemente, la información genética. Hasta hace muy poco se pensaba que era la fuente principal de todas las enfermedades y que nosotros no podíamos hacer nada al respecto. La salud dependía de cuando se activaba o no cierto gen, ahora ya se sabe que la influencia del medio ambiente y de tu mente puede cambiar los genes. Tú puedes cambiarlos hacia la dirección que quieras. La unión entre los conocimientos novedosos de la física cuántica y los estudios de la mente, neurofisilogía pura, ha abierto puertas muy promotederas para los humanos. Leer Senderos de paz ayuda a poner en práctica estos conocimientos, en la vida cotidiana, a entender cómo puedes usarlos para cambiar tu vida y ser feliz.
TR: ¿Si aprendemos estos conocimientos y los usamos a nuestro favor es posible estar en paz más seguido?
NCH: Estar en paz es como volar. Hay que vencer el miedo. Es una cuestión de práctica. Volar se aprende volando. Me gusta la metáfora del vuelo porque se trata se transitar un camino, sí es cierto, y de la forma de hacerlo, pero pienso que más caminarlo se trata de volar sobre él, de elevarte del piso. No sé. Volar tiene esa connotación de desprendimiento de lo mundano, de libertad, de valentía. Está relacionado con el mundo de lo extra-ordinario, más allá de lo ordinario.
NCH: Ya está comprobado que sí funciona, la ciencia lo probó, los maestros espirituales de todas las filosofías y religiones del mundo ya lo probaron y les funcionó. Marià Corbí en su libro Hacia una espiritualidad laica dice algo que me gustó mucho. Afirma que la clave es aprender de los grandes maestros (incluidos los físicos cuánticos) no las fórmulas para conseguir la paz y la felicidad sino la manera en que han transitado el camino hacia ellas. Se trata de verificar por uno mismo la verdad de lo que ellos afirman pero sabiendo que sí es posible, que esa verdad sí existe. Que sí se puede volar sobre el camino. Es un cambio radical, buscar sin promesas de encontrar no es muy alentador. Pero cuando otros te dicen que sí, que sí se puede, entonces la cosa cambia. He leído muchos maestros y sigo haciéndolo. Mi libro Senderos de paz te anima con un gran «sí se puede» y te explica cómo una persona común y corriente ya está volando sobre ese camino guiada por sus libros de cabecera. Digamos que es el resumen de un VUELO humano que también podría ser el del lector.
NCH: Oye, un momento, Taika…
TR: ¿Qué?
NCH: ¿Tú y yo no somos la misma persona?
TR: Sí.
NCH: ¿Y cómo es que me estás entrevistando?
TR: Es que ya aprendiste a volar en compañía de ti misma.
(Silencio.)
NCH: ¿Querida Taika?
(Silencio.)
TR: ¿Qué?
NCH: ¿Quieres más té?
 
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2 comentarios

  1. Gracias por tu comentario, Jesús.
    A sentir nuestras alas mi gente.
    Abrazo,
    Nadir

  2. ANTES DE VOLAR…SERCIORATE DE QUE VES O SIENTES TUS ALAS…O DE LO CONTRARIO….TUS PIES..Y TODO EL CUERPO…VOLVERA A DARSE CONTRA EL SUELO….EL AVE QUE LLEVAMOS DENTRO…ESTA EMPLUMANDOSE..Y EN LA MAYORIA DE LOS CASOS…ESTAS PLUMAS SOLO ESTAN CON CAÑONES…Y LO MAS QUE DAMOS ES UN VUELO DE COMETA O DE SATELITES EN CIRCULOS….LOS SABIOS LOGRARON SABER QUE HABIA QUE VOLAR…PERO ESTOS NUNCA DESPEGARON..SOLO SEÑALARON EL CAMINO..LOS SABIOS..NUNCA VOLARON..ELLOS POR CONOCER PARTE DE LA VERDAD..HACIAN PARECER QUE VOLABAN..PARA DARNOS ESPERANZAS..
    ELLOS SABIAN QUE AL POLLUELO HUMANO AL QUE PERTENECIAN..LE FALTABA MUCHO TIEMPO PARA QUE LAS ALAS ESTUBIERAN EN CONDICIONES DE VOLAR…
    EL HUMANO QUE VERDADERA MENTE LLEGA A VOLAR…SERA COMO LAS AGUILAS..VOLARAN Y NO SE CANSARAN…..NO NECESITAN EXPLICACIONES DE NADIE DE ESTE MUNDO..SUS ALAS LE INFORMARAN DE TODO… EN EL VUELO.

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