© "Half Life in Full Circle", by Duy Huyhn
© «Half Life in Full Circle», by Duy Huyhn

| Netísima de viernes |

Cuando decidimos hacerle un favor a alguien tenemos que saber bien el porqué lo hacemos. Piensa profunda y honestamente antes de decir que SÍ. Me explico. Si el favor que yo hago está condicionado a que la otra persona haga algo por mí, eso no es un favor, sería un trato o, en el mejor de los casos, un intercambio. Si yo estoy esperando un beneficio o una ganancia de algún tipo por hacer ese «favor» tengo que decírselo claramente a esa persona y hacer un acuerdo. Si yo aseguro que el favor que hago es una ayuda desinteresada me tengo que hacer responsable de la incondicionalidad anunciada. No esperaré nada a cambio de mi «favor», realmente no esperaré. No se vale que yo le pase factura a otra persona por no haber aprendido a decir clara y rotundamente: ¡NO! Si siento que esa persona (o cualquier otra) ha abusado de mi confianza y de mí, tal vez llegó la hora de utilizar el sano NO más a menudo. También puedo hacer acuerdos, tratos e intercambios que son una opción muy válida, legítima y sobre todo más honesta conmigo misma. Pero que me quede claro, hoy y siempre: los favores son favores.

Feliz fin de semana,
Nadir Chacín
Lee + https://www.facebook.com/sersiendo o Twitter @nadirchs

Comparte esto:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.