El perdón obligatorio, vaya timo. No sigamos invitando a la gente a perdonarlo todo porque la familia es la familia, por favor. Cada Navidad y Fin de Año circulan los mismos mensajes. Anda circulando ahora un fragmento titulado «Familia, lugar del perdón» del Papa Francisco. Me siento en la obligación ética de hacer estas anotaciones y de comentar algunos mensajes que me han dejado lectores en mi Facebook.

el perdón

El perdón sólo puede darse (si realmente lo necesitamos y queremos hacerlo) cuando has reconocido que hubo un daño y que la persona que te dañó forma parte de las personas que tenían que cuidarte y verlar por tu bienestar: tu padre, tu madre o algún familiar o las personas que cumplieron esos roles fundantes en tu vida.

Si no se reconoce ese daño ni se legitiman/aceptan/valoran las emociones difíciles asociadas a ese daño y si no hay un alejamiento congruente con ese reconocimiento (me hace daño = me alejo) lo que generamos al decir «perdónalo/a, la familia es la familia» es más sentimientos de culpa y de vergüenza en la persona que ha recibido el daño.

El perdón no tiene que ser necesariamente la única vía para estar bien y en paz.

Hay cosas que no se pueden perdonar. Sí puedes aprender a procesarlas internamente de una manera distinta para que las «heridas abiertas» se cierren. La motivación tiene que ser dejar de sufrir tú por las acciones de otras personas que te causaron un daño.

No estás en la obligación de perdonar a quien te hizo daño y nadie te puede imponer eso. Es opcional y decisión tuya. Tampoco el hecho de tener vínculos consanguíneos (ser de la misma familia) con alguien te obliga a querer y respetar a esa persona.

El amor y el respeto han de ser recíprocos y se tienen que construir entre las dos personas con esfuerzo mutuo y dedicación. Pasa lo mismo con las ganas de compartir la vida entre dos personas.

Ninguna persona te puede obligar a querer/desear parte de tu tiempo con ella, tampoco durante las fechas navideñas ni en año nuevo. Si sientes que tu familia o alguna persona de tu familia te ha hecho daño y no deseas pasar tu tiempo con ella estás en todo tu derecho.

Incluso en todo «tu deber»: el auto-cuidado y el auto-respeto son más importantes que cualquier vínculo con otras personas, sean quienes sean. ¡Eso es egoísmo sano!

No más afirmaciones como «Familia, lugar del perdón»

La única manera que al día de hoy conozco para proteger a nuestros hijos e hijas es enseñarles que tienen el derecho de alejarse de las personas que les hacen daño, incluso si esas personas son su padre, su madre o algún miembro de la familia.

Por favor, paremos esta tontería que pasa de generación en generación. A la familia NO se le perdona todo.

Eso es una trampa para el resto de los días de sufrimiento, pasaporte para la depresión y además encubre un montón de situaciones de maltrato dentro de la familia y de violencia, incluso sexual.

Si alguien te está haciendo daño, aléjate y punto. El perdón no es lo que necesitas en este momento y quizás tampoco en otro momento.

Tus emociones (odio, rabia, ira, resentimiento, miedo, etc) no sólo son válidas sino que son las adecuadas en ese contexto. Es totalmente normal que sientas esas emociones cuando alguien te ha lastimado, sea quien sea.

Si alguien te está haciendo daño, aléjate, da igual si es tu amigo, tu vecino o tu padre o tu pareja o el cura o el maestro o el guía espiritual o quien diantres sea.

Aléjate y busca ayuda psicológica. Con el paso de los años, una buena ruta terapéutica y una red de apoyo amable y respetuosa (la que tú te mereces) podrás salir de esos sentimientos de culpa y de vergüenza y ser finalmente libre.

¡Tú no tienes la culpa! #YoTeCreo

Te invito a leer y a escuchar los siguientes contenidos sobre el perdón, las familias, el sentido de pertenencia y el maltrato que tiene como excusa el vínculo familiar.

Nadir Chacín
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CNVRecomendación para regalo de Navidad

El libro «Comunicación No Violenta. Un lenguaje de Vida» de Marshall Rosenberg. Lo sugiero especialmente para quienes son padres y madres.

«Comunicación no violenta» (CNV) expresa una clara y sistemática presentación de un programa educativo desarrollado por Marshall Rosenberg, a partir de su experiencia como mediador, educador y terapeuta, y que en la actualidad se comparte en más de 45 países.

A lo largo de sus páginas, Rosenberg nos involucra en un proceso de reflexión y aprendizaje relacionado con cómo nos comunicamos habitualmente y cómo podemos hacerlo de un modo más efectivo y coherente con nuestros valores. Leer resumen


Mi amiga Alicia Markowitz está escribiendo un libro sobre el abuso en las familias que saldrá publicado en inglés el año entrante. Aquí les comparto un atinado fragmento sobre el perdón que está perfectamente relacionado con este post.

«What heals is to validate, honor and acknowledge our feelings no matter what they are. This starts a natural process for guaranteed healing. When you learn to understand and respect your feelings pain goes away. Forgiveness is a fake concept to control people through guilt that forces you to protect the abuser instead of yourself. You can live a beautiful life when you honor your truth, it sets you free to move on. A healthy decision is not to betray yourself again. We have been taught that when we feel anger or hate is bad, we are doing or feeling something wrong. We are not supposed to feel that. Anger and hate are what I call our alarm system that protect ourselves from danger, it helps us to say enough, to run away, to set boundaries, to defend ourselves from danger, from a threat. When we understand and respect those feelings, where they come from, when we are capable of indignation and we accept our truth pain will eventually go away. We can’t blame ourselves for being angry at our abuser, we have to validate that feeling. It’s a justified feeling! When you accept that, the anger after a process will go away. When you acknowledge and validate your feelings you don’t blame yourself, you are loyal instead. When you push your feelings away is when I think we can’t heal.»

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1 comentario

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