Depresión_NadirChacín

Indagar es averiguar algo, es investigar. Cuando surgen las emociones negativas nuestra primera reacción es rechazarlas o hacer alguna actividad que las ahuyente: distraernos, salir, ver TV, llamar a alguien, fumar, beber… pero también tenemos la opción de indagar en ellas. Tenemos la creencia de que las emociones negativas hay que tratar lo más que se pueda de evadirlas o reprimirlas y son parte de nuestras respuestas emocionales por alguna razón. Nos da miedo el control que parecen tener nuestras emociones sobre lo que decidimos o hacemos, sobre nuestros actos. Eso sucede porque no nos damos chance de aprender a estar con esas emociones sin hacer más nada que estar con ellas.

No decidas cosas importantes cuando te sientas poseída/o por una emoción negativa que te embarga. Mejor espera. Ese es buen consejo que alguna vez me dieron y que trato de tener presente todos los días en mi vida.

Cuando estoy triste o tengo rabia o cuando me siento confundida ante alguna situación trato de detener mi andar rápido, busco darme un tiempo para hacer meditación, escribir o simplemente estar con esas emociones sin hacer nada más, estar allí viéndolas, sintiéndolas, observándolas, y ver qué tienen que decirme sobre mí misma sin intervenir mucho en el proceso. Si en la situación en cuestión están involucradas otras personas me doy permiso para comunicarles que deseo indagar en lo que siento por un tiempo y que cuando tenga más claro lo que me pasa entonces conversaremos de una manera más sana y constructiva. Decirle esto a las otras personas me da el chance de no reaccionar ante las emociones y tratar de tamizarlas… esperar que baje la marea, aguardar a que se tranquilicen las aguas, a que se decante lo que tenga que decantarse… por usar algunas metáforas.
No sólo nuestro lado luminoso vale la pena vivirlo, también el lado oscuro es parte de lo que somos, ¿por qué habríamos de rechazar algo que también somos? Si siento esas emociones negativas es porque soy un ser humano. Me agrada permitirme ser un ser humano. Aunque los demás eso los pongan nerviosos. Incluso si me da nervios a mí. Las emociones, las bonitas y las feas, son una suerte de guía para el auto-conocimiento. La única manera en que podemos alcanzar una maestría en la gestión de las emociones (Inteligencia emocional) que modifique nuestra vida de forma positiva es aprendiendo poco a poco a no evadir las emociones negativas ni tratar de que se vayan a la fuerza.

Cuéntame: ¿Tú cómo manejas tus emociones negativas? ¿Qué haces cuando las sientes? Déjame un comentario aquí al final del post. Si crees que este post le puede ser útil a tus familiares y amigos compártelo en tus redes sociales.

Nadir Chacín
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Actualización: El 13 de abril salió publicado este artículo de Miriam Subirana en El País, curiosamente habla de lo mismo… me gustó. Léelo, se llama Gestionar el sufrimiento.


«Al luchar contra la angustia uno nunca produce serenidad; la lucha contra la angustia sólo produce nuevas formas de angustia.» Simone Weil

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