© Javier De Peque
© Javier De Peque

¿Qué quiere decir la gente cuando te dice “fluye con eso”? Para mí fluir es hacer un acto de confianza para con mi vida y su propia dinámica. A veces pasan tantas cosas y a la vez… todo se vuelve tan enredado que yo simplemente pienso en esta idea de fluir y suelto todo. Soltar es dejar de hacerme líos en la cabeza, de imaginar las posibles futuras situaciones y sus consecuencias, es salir un poco de ese estado nervioso y ansioso en el que nos metemos porque es imposible controlar todo lo que nos sucede.

Fluir y confiar no es quedarse sin hacer nada o conformarse con lo que pasa, al contrario, es tomar un actitud activa en la que la parte activa de nuestra vida es el ejercicio mismo de estar tranquilos. ¡Suena paradójico y lo es! Hacemos mucho (créanme) cuando dedicamos nuestros esfuerzos a no interceder, a no intervenir, a no influir (o tratar de hacerlo) obsesivamente en/sobre las cosas, hacemos mucho al detener la desesperación de que las cosas no salen como queremos y entonces activamente: nos dedicamos a observar lo que sucede esforzándonos en mirar las cosas tal como son y no como quisiéramos que fueran.

Fluir es ver las cosas como son, dejar que sucedan y observarlas. Fluir es no apegarse patológicamente a la idea fija de que la vida tiene que ser como yo quiero. La mayor parte del tiempo la vida no es como yo quiero. ¿Qué sentido tiene ese apego obsesivo? Es sólo una fuente potencialmente generadora de sufrimiento y, en efecto, a menudo ese apego se vuelve sufrimiento.

Ante un conflicto entre lo que yo deseo que pase y lo que pasa mi opción más sana ha sido trazar un mapa de pequeñas acciones que pueda yo hacer ahora y que tengan como resultado algo que sea muy parecido a lo que deseo obtener (meta). En otras palabras, selecciono qué actividades y tareas o qué conductas (también pueden ser comportamientos) deseo llevar a cabo que me acerquen a eso que necesito. Yo voy haciendo poco a poco mi trabajo, mi esfuerzo en esa dirección, pero también estoy muy pendiente de cómo son mis reacciones y mis pensamientos. Suele pasar que cuando la dirección se está torciendo nos volvemos tercos y queremos que la vida vaya en una dirección, pero resulta que las cosas terminan yendo por otro lado. Cuando surgen esos conflictos yo opto por fluir y soltar el control (¡la verdad nunca lo tuve!), mientras tanto voy haciendo las tareas pequeñas que decidí hacer y voy tomando nuevas decisiones, de la forma más flexible que pueda pero sin perder el Norte (lo que yo deseo).

A mí esta estrategia me da + resultados y me produce menos sufrimiento. Fluyo, en esos momentos de desesperación, opto por fluir y dejar también que mi propia vida se encargue de los detalles. Me esfuerzo en mantenerme lo más calmada que yo pueda: medito, leo, me relajo, salgo a hacer cosas que me gustan, trato de diversificar mis intereses más de lo habitual… así mi atención y -por qué no decirlo- mi obsesión no se enfocan en una sola cosa: ¡el problema que tengo! Eso me ayuda también a encontrar soluciones creativas para los problemas o para las situaciones de conflicto.

También me es útil deslindar responsabilidades y si la solución del conflicto no depende sólo de mí, hacer el siguiente ejercicio me hace sentir menos tensa: me empeño en reconocer y aceptar que hay asuntos en los cuales no tengo injerencia o poder de cambiarlos, y entonces suelto el tema, no me aferro. Y dejo que las personas involucradas también hagan su parte de la mejor manera que puedan y quieran. Confiar en que a veces ciertas situaciones dependen de mucha gente y no sólo de mí, y que eso está bien, finalmente «es lo que hay», como dicen aquí en España.

Me gusta la imagen de la espiga delgada, flexible, que se mueve con el viento… parece que se va a romper cuando se inclina ante un viento fuerte, pero no, allí sigue… fluyendo con el viento, dejándose llevar sin perder su condición de espiga… y cuando el viento pase volverá a su lugar, sin haber perdido nada de lo que es importante para ser una espiga. Esa imagen me ayuda a enfocarme en la flexibilidad y en el desapego en las situaciones de adversidad.

Recomiendo escuchar este programa de radio: ¿Es posible la #Colaboración en la #Diversidad? #Maturana y #Dávila en @uchileradio, vía @Matriztica

¡Que tengan un feliz fin de semana!
Nadir Chacín
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«El insensato que reconoce su insensatez es un sabio.
Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato.» Buda


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1 comentario

  1. […] daño que producen a las personas los ideales inamovibles en las relaciones afectivas son muy evidentes. Representan la aridez ideológica secuestrando a la […]

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