Vía Taringa
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A veces notamos que hemos estado escondiéndonos del mundo de afuera, ¿te ha pasado? Se siente como un bloqueo emocional y físico acompañado de un estado continuo de alerta… notas que te has defendido tanto del mundo exterior (de las personas, de los hechos, de las situaciones) en cierta etapa de la vida que terminaste «metida/o en una cueva».

Quien está «metida/o en una cueva» tiende a emocionalmente querer defender su «casa» como lo haría una osa que tiene a sus crías allí. Si alguien se acerca la osa rugirá, saldrá de prisa hacia la boca de la cueva, se parará en dos patas para verse más grande de lo que es, volverá a rugir y esta vez mostrará los dientes en forma amenazadora a cualquiera que esté intentando entrar a su cueva, sin importar si quiere ayudar, traer comida o atacar sin piedad. No hay tiempo para averiguar esas «pequeñeces», la misión es sobrevivir.

Cuando estamos así la vida se vuelve muy predecible, muy reactiva, no hay interacción real con lo de afuera, sólo hay una reacción a un estímulo, normalmente percibido como una agresión.

Los humanos desarrollamos todos estos mecanismos para poder sobrevivir hace siglos en un medio mega inhóspito y gracias a ello tú y yo seguimos aquí sobre la Tierra. Hoy en día las agresiones son más bien psicológicas, no vendrá ningún tigre diente de sable a tratar de comernos. Pero igual nos sentimos “amenazados por” y no “abrazados por” o «acompañados por». Pareciera que vivir es sólo sobrevivir… se nos olvida en estas fases del camino vital que tal vez llegó ya el momento de «bajar la guardia», salir de la «cueva» y dar un agradable paseo.

Conviene cada tanto revisar si la «cueva» sigue amenazada o no de una manera objetiva y pensando en el presente. Además en el tiempo de «cueva» hemos aprendido recursos emocionales nuevos, pero se nos hace difícil aceptar que ahora podemos cuidarnos y defendernos mejor «allá fuera», que llegó la hora de aceptar que somos unas personas nuevas y que estamos listas/os para vivir. Atrévete.

Cuéntame: ¿Te has sentido así alguna vez? ¿Qué has hecho para superarlo? ¿Cuál es tu consejo para quienes están en la fase de «cueva»? Déjame un comentario al final del post > aquí. Si te ayudó este post compártelo en tus redes sociales, seguro ayudamos a alguien más.

Nadir Chacín
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“Ponte de frente al sol y las sombras quedarán detrás de ti.” Proverbio mahorí


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