Feliz Año 2018. Los últimos días de todo siempre son muy significativos. Dicen que lo que hacemos el último día del año abre la puerta a que esas vivencias se repitan durante el año siguiente. No sé si sea cierto o no, pero hoy vengo a hablarte sin un objetivo claro sobre el fenómeno de las repeticiones en mi vida y los aprendizajes que éstas han facilitado.

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Feliz Año 2018
By Jean Shin

A Luca

Estaba viendo un capítulo de “Bones” esta mañana. Echada en el sofá, acobijada por Frida (la gata del bigote regio) y sin prisas. Amo a la Dra.Temperance Brennan, la prota de esta serie. Si alguna vez se repite lo de ser forense en mi vida quiero ser como ella.

En este episodio Temperance le decía a una de sus colegas que “ninguna experiencia es única”. Lleva razón. En el Universo todo se repite en un movimiento certero y eterno de Nacimiento y Muerte, Creación y Destrucción, Expansión y Contracción. Cada vez hay cosas emergentes y un fundamento que se repite.

Cuando pienso en estos movimientos de Vida y Muerte siempre regresan a mí las imágenes de las personas que se han ido ya de este plano material y físico. Amigos. Gente desconocida. ¿Enemigos? Familiares. ¿Qué habrán hecho estas personas en sus últimos días? ¿Qué habrán pensado sobre la vida que tuvieron antes de despedirse de sus cuerpos?

Tengo tiempo para pensar en una buena despedida.

Las muertes

Escribir sobre la muerte en los últimos días de un año también es algo que se repite en mi vida.

A mí de verdad no me da miedo la muerte. Me da miedo vivir una vida sin sentido. A veces pienso en eso antes de dormir -a pesar de que mi madre dice que es algo deprimente. Pienso en ¿qué día he tenido hoy?

Me pregunto ¿si me muriera este noche me moriría en paz?

Justo las noches son algo que se repite. Pienso sobre mis noches lo mismo que piensa el mar sobre sus olas. ¿Qué sería de mí sin las obstinadas noches que les da por morir y nacer de nuevo?

Este escrito está saliendo un poco caótico, ya lo sé. Quizás haya un orden debajo del caos como dicen los físicos. Debajo de mi caos está ese lugar profundo del mar de donde surgen sus olas. Me gusta.

Hoy comienzo a buscar casa nueva. Esto es también algo que se repite en mi vida.

Tengo necesidad de más caos creativo.

Las casas y los hogares

Hace unos días con un amigo contábamos las 14 casas que he tenido en los últimos 5 años. 14 veces me he despedido de espacios físicos y de personas que me acompañaron por un tiempo y que ahora forman parte de mi vida presente o de mis recuerdos. Cada lugar en el que he vivido me ha dejado un aprendizaje diferente.

¿Qué he aprendido o qué estoy aprendiendo aquí y ahora?: esa es quizás una buena pregunta que hacerse cuando la Vida (esos movimientos de Nacimiento y Muerte sobre los que no tenemos control) y tus propias decisiones (tu vida) te envían hacia la repetición constante. Queriendo o no repetir(te). Feliz Año 2018.

En estas 14 casas he aprendido el sutil arte de la rendición ante las aventuras que la Vida me regala. Recuerdo en este instante la primera casa que tuve en Barcelona era un verdadero desastre. Por más que me esmeraba en limpiar mi caos y el de 3 personas viviendo en un lugar mínimo se generaba basura, desorden y cosas tiradas por todos lados.

Seguro que si hubiéramos sido otras 4 personas las cosas hubieran sido diferentes. Pero allí estábamos. ¿Por qué estaba yo allí con esas 3 personas? Nadie lo sabe. Yo me quedé con la rendición, que no es poca cosa.

Así en cada casa he aprendido cosas nuevas. También he aprendido a renunciar a muchas cosas materiales. Ahora todo lo que tengo cabe en una maleta y eso me va muy bien.

En vez de sentirme pobre materialmente me siento más rica espiritualmente. Eso lo aprendí porque he tenido 14 casas en 5 años y ahora voy para la número 15. Gracias, Barcelona. Nadir, Feliz Año 2018.

Tengo espacio en mi vida para nuevas riquezas.

Los países

También se repiten en mi vida las (in)migraciones. Sin embargo, la Ciudad de México y Barcelona poco tienen que ver entre sí. O tal vez sí, quizás son hábitats similares en algunas cosas que tienen que ver conmigo. Yo me encuentro a gusto tanto en una como en otra ciudad.

He encontrado gente maravillosa en mi camino que me han abierto la posibilidad de pertenecer a sus familias y a sus seres queridos. Como ves, estas repeticiones molan mucho. ¡Que si así llueve, que no escampe! ¿Qué hubiera sido de mí sin las migraciones que he hecho?

Tengo los brazos abiertos.

Los hombres

En mi vida se repite además la presencia de los hombres. Me gustan aventureros, un poco locos y con espíritu curioso. Encarnaciones del Dios Hermes y por fortuna incorregibles. Algunos de ellos aventurean aún con la mente, otros con el cuerpo y otros con mente, cuerpo y corazón. A todos les atraen las mujeres frikis como yo. ¡Es bueno que ellos se repitan en su buen gusto! [Risas.]

Siempre digo que detrás de todas las cosas maravillosas que he hecho en mi vida hay un hombre. ¡Y no es mentira! Hombres que me acompañaron y cuidaron con amor. Gracias. Feliz Año 2018.

Los hombres son de esas repeticiones que me han hecho aprender un montón. No nos relacionamos íntimamente con cualquiera, elegimos con quien lo hacemos según nuestras necesidades, que a su vez están delineadas por nuestras experiencias del pasado. A menudo son necesidades o muy patológicas o megatrascendentales. ¡Hay de tó!

Tengo un pasado y me gusta.

Los estados mentales y emocionales

Incluso cuando mis patrones mentales y emocionales torpes me han llevado al desfiladero (algunos hombres muy tóxicos) he aprendido muchas lecciones. Sin esas oportunidades para hacer conscientes mis patrones inconscientes: ¡yo no estaría aquí escribiendo esto! Tampoco hubiera podido vivir relaciones armoniosas con otros hombres como lo he hecho.

Así que les doy gracias a todos los hombres de mi vida por ello, sin excepciones. Me gusta la persona que estoy siendo ahora mismo y eso también se lo debo a su compañía grata o ingrata, ¡da igual!

Este año 2018 me esperan muchas más aventuras y también par de hombres nuevos, a quienes voy cogiéndoles mucho cariño. El año 2017 ha sido especial para mí.

Algo ha pasado conmigo este año no sé bien cómo (supongo se lo debo a la meditación y al budismo) y ahora soy más consciente que nunca de que voy sembrando “semillas” por doquier.  De la calidad de esas semillas y de las condiciones del terreno (interior) dependerán las cosechas y los alimentos que me nutran en un futuro: Feliz Año 2018.

Tengo la mente abierta y una visión clara.

Los aprendizajes

Una cosa que se repite en mi vida son los aprendizajes. Quizás sólo estamos en esta tierra, en este segundo y en este cuerpo, mente y corazón para aprender, para vivir, para prepararnos mejor para morir. No quiero irme a donde sea que se vayan los muertos con un sentimiento de pérdida y fracaso atroces.

Que un ciclo llegue a su fin no quiere decir que pierdes nada. Sólo se está haciendo espacio para lo nuevo.

Así me siento ahora: en la playa de mi vida viendo irse, como olas, a los 17 hombres, 2 migraciones, 5 cambios de profesión, 22 casas, un hijo que se hace mayor, amigos muertos y a las partes de mí misma que iban hacia un lugar al que nunca llegaron. Feliz Año 2018.

Tengo miles de maestras y maestros.

Feliz Año 2018

Adiós a todo, hasta la próxima repetición, hasta la próxima realidad emergente. Hola, 2018. ¿Sabes qué?

Tengo el lienzo en blanco y un chingo madral de botes de pintura.

¡Estoy lista!

Nadir Chacín
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"La felicidad es el esfuerzo consciente por desdramatizar los problemas."  
~ Silvia Adela Cohan
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