«Oh, Gran Abuela,
he sido una hija de mi Padre,
al fin soy una hija de mi Madre.
Oh, Madre, perdóname
porque no sabía lo que hacía.
Oh, Madre, perdóname como yo te perdono.
Oh, Abuela, oh, Bisabuela,
estamos volviendo a casa.
Somos mujer.
Estamos volviendo a casa.»
Nancee Redmond
Tomado del libro «Ser mujer. Un viaje heroico» de Maureen Murdock