Un momento puede cambiar un día, un día puede cambiar una vida y una vida puede cambiar el mundo.
Lo que más me flipa de las enseñanzas del Buda (Dharma, Budismo) y de su vida en general es que reflexionó, experimentó y describió cosas certeras sobre la mente humana 25 siglos antes de que la ciencia y la tecnología dijeran algo sobre ellas. Eso es un puta madral de siglos antes.
El Buda era un explorador, investigador y visionario.
Me imagino las preguntas que se hacía sobre la naturaleza humana, sobre su propia percepción de los fenómenos, de las cosas y sobre cómo encontrar respuestas que mejoraran la vida de todas las personas.
Su búsqueda de la cura al sufrimiento humano (duḥkha) fue decidida, firme y potente como la huella de un elefante.
Fue también un revolucionario sabio, empático y compasivo.
Con sus enseñanzas radicales y accesibles a todas las personas sin excepciones, le devolvió a millones de personas (las más pobres de su época) la posibilidad de transformarse a sí mismas, de mejorar, de no quedarse atrapadas en determinaciones fijas e impuestas socialmente ni tampoco en sus mentes no entrenadas generando más sufrimiento.
Y aún hoy lo sigue haciendo: 25 siglos después.
Así nació el Budismo. Un estilo o filosofía de vida cada vez más practicado en el mundo. Es impresionante.
El Budismo me ha acompañado de forma más presente en los últimos 8 años de mi vida.
Me siento MUY feliz y agradecida por ello.
Nunca nadie expresó tan bien el motivo por el cual me interesa estudiar, entender y practicar las enseñanzas del Buda. Con ustedes las palabras de Jack Kornfield, de su libro «La sabiduría del corazón»:
«Freud expresó con resignación: «El objetivo del psicoanálisis es recuperar un poco más de Yo del vasto océano del Ello». Igual que Freud, los grandes filósofos existencialistas Sartre y Camus también se han centrado en lo inevitable de nuestro sufrimiento. Pero la aceptación filosófica o psicológica de la infelicidad normal [«grado normal de neurosis» como le decía Freud] es un triste lugar para acabar nuestra historia.
Las Cuatro Nobles Verdades [del Budismo] nos prometen mucho más. Incluyen una serie completa y sistemática de principios psicológicos y enseñanzas que podemos usar para terminar con las causas del sufrimiento. A través de ellos, podemos alcanzar la [verdadera] libertad.»
#DharmaRevolution
Lee el libro «#Budismo» de #PeterHarvey. ☞ http://bit.ly/2PSli47
Lo veo clarisísisimo desde hace tiempo: quiero entender lo mejor que se pueda el Surgimiento Condicionado (paticca-samuppada) para explorarlo con más ahínco en mi práctica diaria.
El Surgimiento Condicionado significa que nada es absoluto y que, por lo tanto, todo lo que existe depende de alguna condición. Ninguna realidad existe de manera aislada (nosotros tampoco).
Los budistas pensamos que todo tiene una causa y el sufrimiento/insatisfacción también. El surgimiento de A condiciona el surgimiento de B. Entonces si A cesa, B cesa.
Lo que quiere decir que si trabajamos en crear las condiciones idóneas para una vida consciente, tranquila y ética nos libraremos de las ataduras mentales y emocionales que ocasionan el sufrimiento/insatisfacción. En esta vida y en este cuerpo.
Me parece una de las enseñanzas del Buda más importantes y además es la mejor noticia del planeta. Eureka.
Huele a libertad. Gracias, Buda.
Pronto estaré en México dirigiendo un Retiro para mujeres durante la Semana Santa (8-11 de abril 2020 en Tepoztlán). Tienes más información aquí: http://bit.ly/31LNYPj. Mi motivación es enseñarle a las mujeres que asistan al retiro cómo entrenar la mente y que se lleven a casa un kit de herramientas nuevas. Aunque es un retiro secular (no religioso ni proselitista) es inevitable que en los retiros termine hablando de lo que me ha aportado a mí la práctica del Budismo. ¿Dudas? Si quieres hablar conmigo directamente llámame al +34674968169 o escríbeme por WhatsApp o Telegram.