abandono social
El abandono social no es un asunto de algunas «almas extraviadas». Tampoco la transgresión a la moral hegemónica lo es. Hoy vengo a contarte lo que reflexioné al ver la película «Lucas» de Álex Montoya.
abandono social
¿El abandono social de quién es responsabilidad? ¿Quién decide lo que es correcto y lo que no y según qué criterios? 
 
Me ha sorprendido gratamente la mirada de Montoya. Dos personajes muy bien construidos, profundos, cada uno en su drama de vida. Unidos por la necesidad, que se van transformando el uno al otro, a través de la confianza dubitante y con roturas. Un pedófilo y un adolescente proveniente de una familia disfuncional.

"El mundo es un matadero."

La trama va in crescendo. Te mantiene en vilo. El joven Jorge Motos se deja el pellejo en su actuación y Jorge Cabrera aporta unos matices a su personaje muy interesantes, que hacen pensar en que no todo es blanco o negro. Lo interesante de la peli son estos dos antihéroes que se redimen juntos y lo hacen desde la literal masacre emocional que hay en sus vidas.
 
Los personajes secundarios de la madre del prota y del padrasto (si se le puede llamar así) muestran las violencias dentro de las familias y la situación de los jóvenes que ese entorno vuelve vulnerables para cualquier tipo de depredador.
 
Sin embargo, es llamativo que el «lugar» simbólico donde los protas se encuentra es la propia herida, nada glamorosa como son todas las heridas, pero perfectamente a la vista del espectador. Todos los personajes son huérfanos a su manera y el espectador, delante de la trama, siempre sabe que también está en orfandad.
 
El abandono social es el drama que nunca quieres que te pase, pero que es inevitable, si no te ha tocado, te tocará algún día. Es la consecuencia directa de cómo nos organizarnos socialmente en familias y en parejas.

La moral mutante

Este drama tiene una fuerza centrífuga que, contrario a lo que se desearía, produce una unión precaria entre los personajes y entre éstos y el espectador. Pero, no hay que confundirse, es una unión legítima, fuerte y transformadora.
 
Al terminar de ver la película he pensado en la película «El protegido» de M. Night Shyamalan y en general en sus guiones tan antropológicos. Estas películas son dos apuestas bien distintas, pero ambas polarizan la dimensión humana para luego resetearla, para volverla un continuum.
 
Quizás la atrocidad no es la cara opuesta de ninguna moneda. Capaz que necesitamos más comprensión de por qué y para qué las personas violan los límites de la moral hegemónica. No hay que olvidar que como la moral no es permanente, que cambia con cada época, tal vez nosotros seamos los delincuentes, los monstruos, los pervertidos del futuro.
 
Espero que Montoya siga su rumbo, porque promete. La banda sonora de la peli merece también una distinción.
abandono social

Para profundizar en el tema de la moral (cinética) te sugiero leer mi reseña de un libro en el cual pensé también cuando vi esta película: «Lila» de Robert Pirsig

Podcast "Ser siendo con Nadir Chacín"

Estos dos episodios muy viejos de mi slow podcast calzan de maravilla con lo que me hizo reflexionar esta película. Son de cuando no tenía ni micrófono y grababa desde la precariedad de un móvil de inmigrante suramericana recién aterrizada en el llamado primer mundo.

Creerse mejor que los demás

Sí, tú también odias.

Trailer de "Lucas"

«Lo que hace tan difícil ver el mundo con claridad no es su extrañeza, sino su normalidad. La familiaridad puede cegarnos.»

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