salón erótico de barcelona

Ya empezó la promoción del evento Salón Erótico de Barcelona y está circulando desgraciadamente su vídeo promocional por todas partes. Si me has leído otras veces sabes bien que no soy una «puritana». Yo abogo por una exploración de la sexualidad que sea libre, con real consentimiento, psicológicamente sano para las personas involucradas y sobre todo con ética. Dicho esto: revisemos por qué es una caca pinchada en un palo esta publicidad, que pretende no serlo.

salón erótico de barcelona

Qué vergüenza que se utilice al feminismo para promover un evento que fomenta la prostitución, la pornografía y la cultura de la violación. Todo lo opuesto a lo que busca el feminismo. Mucho marketing y poca ética. Esto es blanqueamiento de la violencia sexual. Lo que necesitamos es que se ponga el foco en la educación sexual con enfoque feminista, de verdad feminista, no esta caca. 

Una educación que reconozca que aún no hay equidad entre mujeres y hombres y que no existe algo como la masculinidad y la feminidad, que esos son estereotipos que han hecho mucho daño. No existe una masculinidad «frágil» o «tóxica», todo eso hay que cargárselo ya porque es parte del problema. 

Necesitamos abolir esos estereotipos y tratarnos entre hombres y mujeres como personas que somos y como personas ciudadanas, que estamos construyendo una sociedad y un mundo de forma conjunta. No como objetos, las personas no somos objetos. Nadie tiene que seguir y cumplir un estereotipo de género ya pautado como si fuera un destino, eso es una cárcel y una manipulación. 

El consentimiento a tener relaciones sexuales de las mujeres ha de hacerse con deseo, no por dinero ni por precariedad. Tampoco por miedo a una posible agresión. Ni porque te han vendido una idea de «feminidad» o de supuesta «libertad sexual» y te manipulan con eso.

La publicidad del Salón Erótico de Barcelona es manipulación pura y dura.

La camaradería podrida

En un país como España repleto de puteros y proxenetas, con manadas de tíos violando chicas en grupo y que además quedan impunes, con 80% de mujeres prostituidas que lo son de manera forzada y víctimas de trata, según la propia policía local, esta mierda de anuncio publicitario es una vergüenza y una manipulación ideológica con fines de hacer dinero. 

La pornografía, del tipo que sea, es una escuela para la violación y este evento precisamente la promueve. La pornografía promueve la sexualidad utilitarista, trata a las personas como objetos y promueve que las personas nos tratemos así durante la exploración de nuestra sexualidad. Tanto la que hacemos en solitario como con otras personas.

El feminismo no llegó para «salvar a los hombres» como dice este anuncio, sino para liberarnos a las mujeres de la opresión que los hombres y este sistema machista de organización social vigente ejercen sobre nosotras solo por ser mujeres. Este tipo de mensajes sigue fomentando el yoísmo de la socialización masculina, que nada tiene que ver con la justicia social. 

Los hombres han de ser capaces de ponerse en el lugar de las mujeres y aprender a hacerlo. Ya es hora. Han de voluntariamente hacer el ejercicio de renunciar a los privilegios que este sistema patriarcal les otorga sobre el cuerpo y la vida de las mujeres. También han de ser capaces de cambiar por justicia social, por ética, por propio convencimiento, no para beneficio propio ni por manipulaciones ideológicas. 

El feminismo es un movimiento de liberación de las mujeres

Creo que esa estrategia de decir que el feminismo busca «salvar a los hombres también» termina traduciéndose en un reforzamiento de la posición victimista de los hombres, que no quieren despatriarcalizarse ni hacer su trabajo para ser más justos socialmente y reconocer que son parte del problema. Renunciar a sus privilegios es la tarea pendiente de los hombres.

Además esta estrategia es una vil manipulación para seguir profundizando y promoviendo el sentimiento de pena y hasta de culpa que sentimos las mujeres por quienes nos están oprimiendo. Eso es lo que hemos aprendido por la socialización como mujeres dentro de este sistema patriarcal de organización social. Por el adoctrinamiento en la idea de que existe una feminidad. El estereotipo de nuevo.

¿Qué no es la exploración sexual?

Piénsalo. Cuando una mujer termina haciéndole una mamada -que no quiere hacer- a un hombre sólo para tratar de evitar que la situación se ponga agresiva y él la viole eso no es una exploración de la sexualidad ni un ejercicio libre de la sexualidad. No lo es para ella obviamente, pero tampoco lo es para él. 

Ese tío va a saco y no le importa si la mujer con la que está quiere o no quiere tener un encuentro sexual porque ha aprendido que el cuerpo de la mujer está a su servicio y que ese cuerpo no es de esa mujer sino suyo. Quiera o no quiera esa mujer. No se trata de compartir una experiencia sexual, sino de ejercer el poder y ejecutar el privilegio. 

No es exploración sexual, es violencia sexual. 

La socialización de los hombres

Esto mismo sucede en las relaciones sexuales dentro de las parejas ya consolidadas. Ella no quiere y lo está diciendo con palabras y con su cuerpo, pero él igual insiste e insiste y obtiene lo que quiere porque le han adoctrinado para pensar que puede y debe tomarlo.

Eso es justo de lo que va la masculinidad. El estereotipo de cómo tienen que comportarse los hombres en su relación con las mujeres.

Por eso las feministas queremos abolir los estereotipos de género. No blindarlos ni reforzarlos más. Porque estos no significan libertad para nadie, sólo nos conducen a tratarnos mal entre las personas y hacernos mucho daño. 

Por eso hay que abandonar cualquier discurso que refuerce la idea de que existe una masculinidad «tóxica» o «frágil» y una «sana». La masculinidad al ser un estereotipo convertido en mística y épica siempre va de lo mismo: de ejercer el poder sobre las mujeres y sus cuerpos. 

No existen personas de segunda clase

Esto funciona igual que el patriotismo. Es un sistema de dominación/subordinación, de premio/penalización, de privilegio/despojo. No hay «patriotismo sano». Existe un mundo y una especie humana. No patrias aisladas ni personas de segunda categoría.

Lo que buscamos las feministas es que todas las personas aprendamos a ser personas y a ejercer la ciudadanía, que haya justicia y equidad, que nos tratemos como seres humanos en las relaciones sexuales y en la vida entera y en la convivencia. Hay tantas formas de vivir el hecho de haber nacido mujeres y hombres. 

No necesitamos un estereotipo que imponga una visión monolítica de lo que deberíamos ser las personas, necesitamos ética, sensibilidad, empatía y justicia social. Tratarnos bien, hacernos bien.

El adoctrinamiento en estereotipos de género

Los mensajes de adoctrinamiento ideológico y machista del Salón Erótico de Barcelona y sus mensajes publicitarios son parte del problema. La sexualidad humana sana, equitativa, humanizante, ética, realmente placentera, no va de nada de esto que sale en ese vídeo. 

Que las personas se traten como objetos durante el sexo NO es lo que queremos. Eso no es libertad sexual, es esclavitud. No queremos eso para las personas adultas ni para las más jóvenes que apenas comienzan su vida sexual activa. Sean mujeres o sean hombres. 

Hay que sacar toda esta mierda de adoctrinamiento de nuestros cuerpos y hay que hacerlo ya. Date cuenta.

 

No le llames puritanismo al proceso de despatriarcalización

Si quieres ver de qué va el Salón Erótico de Barcelona busca imágenes en Google de las ediciones anteriores. Dime en los comentarios del post si ves en eso libertad sexual y empoderamiento femenino. Son puras escenas que replican las violencias que vivimos todas las mujeres cada día de nuestras vidas.

Mi relación tanto teórica como práctica con la sexualidad ha ido cambiando con los años y también por la influencia del feminismo. Encontrarás la evolución de mis ideas en este blog.

Una de mis misiones más formales y de larga data es despatriarcalizar la sexualidad, especialmente la femenina porque soy mujer.

Aclaro esto porque podrás ver publicaciones mías anteriores donde reconozco que mis ideas son sex-positive o pro-sexo. Lo que es importante para mí decir ahora es que ser sex-positive no es promover la cultura de la violencia sexual que capitaliza el Salón Erótico de Barcelona.

Las mujeres somos personas y ciudadanas. No existimos para darle un servicio o un producto más que consumir a los hombres. Nuestros cuerpos no son objetos. Esto tiene que acabar ya.

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