Quizá la vida se trate de la repetición repetitiva sólo de: volverse un experto en uno mismo para saber que a menudo te asombras tanto de ti que te desconoces. Conocer(se) te lleva (o llevará) a una condición auto-amorosa en la que puedes respetar el milagro de tu misterio propio, o al menos dejarlo existir sin cuestionarte o sentirte culpable por ser tú. Lograr profundamente ser tú mismo, y no el invento creado por ti sobre tú, serlo por segundos, quizá un segundo en 24 horas: ya es ganancia. He hecho tantas descripciones de quién es Nadir, de lo que soy y no, de lo que creo y no, de lo que me da miedo y sí. Obsesivamente me he estudiado durante años. A veces con ternura, otras empuñando rudas armas inquisitorias. Ciertos días tengo la dicha de decir «me desconozco», probablemente sean mis días más felices, no aseguro nada, no lo sé. Hay quienes «enloquecen» porque no se conocen y se vuelven esclavos de sus reacciones ante las condiciones de vida, hay quienes «enloquecen» por comprarse el boleto de que saben quiénes son… creen que lo saben tan bien que se pierden su (auto)misterio. No hay recetas para vivir la vida. (Tampoco hay recetas de Nadir.) Todo lo que he escrito, todo lo que sé que soy es algo sobre mí y no soy yo. ¿No entiendes lo que te digo aquí? No entender. Me releo en este post y me parezco tan interesante a mí misma, pero tampoco entiendo de qué se trata esto de ser yo, cada día estoy más confundida sobre ese tema y más feliz. Disfrutar del proceso de ser yo sin pretender entender hasta el más mínimo detalle: eso es la Gracia.
Nadir Chacín
Próximos eventos