mujertelarana

A E. Rabasa con profundo agradecimiento.

 

 

Siempre me impresiono de los giros INESPERADOS que da mi vida. Cuando creo que voy por un camino porque ése es el que me toca, zas, la vida me impresiona nuevamente y me pone en otra dirección. Algunos hablan de la rueda de la fortuna, otros del destino, algunos más le llaman la mano de Dios, quién sabe… pero al final de cuentas lo único que puedo afirmar es que siempre que mi vida da un giro -con el tiempo- consigo las respuestas que necesito. No al instante cuando la vida está girando, sino al ratito, con calma, cuando el nuevo cambio se ha hecho efectivo y ha adquirido su propia dinámica y ritmo. Cuando el polvillo que levanta el giro de la rueda ya no está disperso por los aires sino que ha regresado al suelo y allí sobre él descansa tranquilo… muy VIVO.

¿Esos giros-cambios los produzco yo? ¿Vienen de afuera? ¿De dónde surgen? Pues he llegado a la conclusión de que hay dos fuerzas que mueven mi vida. Una, yo misma con mis decisiones y actitudes. Y otra, la fuerza de lo sagrado, de lo que está unido al flujo del Universo. Estuve leyendo un buen libro Filosofías de la India de H. Zimmer (Editorial Sexto Piso, próximamente), me detuve a reflexionar cómo los habitantes de ese remoto lugar han interpretado e interpretan los asuntos de la vida, sus menesteres y procesos. Me impresionó que nosotros en Occidente vivamos tan “desconectados” de esa fuerza cósmica que mantiene junto todo lo que sucede, vive y acontece sobre la faz de la tierra, y también en nuestras minúsculas vidas dentro de la GRAN RED UNIVERSAL.

Yo definitivamente creo en las sincronías. Muchos creen en las casualidades, pero yo me inclino y le apuesto a las sincronías, cada día de mi vida un poco más. Cuando vives sabiendo que las sincronías existen, es decir, que sí estamos todos conectados, algo pasa… las cosas se van dando y en armonía con ellas yo siempre digo que sí abrazando lo nuevo. No voy a decir que lo hago sin miedo, algún día tal vez logre hacerlo así, pero hoy agarro ese miedo que me rasguña por dentro y lo uso como combustible para mis pasos o mis vuelos inesperados.

En plena crisis mundial me ha tocado la fortuna de cambiarme de empleo y con un mayor sueldo. Gracias a las sincronías, a la generosidad humana y al Universo que me abraza en su sagrada telaraña y paradójicamente lo hace para darme mayor libertad. Me impresiono tanto de mi vida como me impresiono de la fuerza con que la vida (sin mí) agarra vuelo y gestiona (conspira) a mi favor.

Ahora te pido di que sí a todo lo nuevo… aunque te dé miedo. Y cuando las sincronías te sorprendan escríbeme para celebrarlas contigo. Escríbeme para que descubramos juntos que tus sincronías mueven a las mías y las mías a las tuyas. 

Con amor,

Nadir

Comparte esto:

2 comentarios

  1. Gracias Luisa!
    Yo también cada vez lo siento menos, pero lo sigo sintiendo. Quizá algún día ya no me dé miedito, aunque quién sabe también ese miedito es importante para entenderse a uno mismo.
    Besos y mil besos
    Nadir

  2. Querida Nadir,
    Totalmente de acuerdo contigo!
    A mí me encantan los cambios y lo nuevo, aunque al principio una sienta una especie de sustico.. pero, la verdad es que que cada vez lo siento menos ese temor y abrazo y me entrego a lo nuevo.
    Qué afortunadas!
    Te felicito por tu nuevo trabajo. !Mucho éxito!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.