Hay frases que nada más las entiende quien las dice y en un momento preciso del tiempo. Ejemplos: «Muerta, pero de pie», «Hoy es el día más feliz de mi vida», «Es como si me arrancaran un brazo» o «Neta, te amo». Cuando se dicen estas frases no hablas tú, habla tu instinto, tus células, tu vida a través de tu boca. Son frases fuertes que no se sabe bien de dónde provienen, porque eso que las saca por tu boca estuvo aquí un millón de siglos antes de que tú nacieras.
Nadir Chacín