Éste será quizás el post más triste que he escrito en años. Todo lo dirán mis letras a medida que nacen como en tormenta tropical. Afuera llueve en México D.F., mañana a pesar de todo es un día muy feliz, el Círculo Humano me espera. La vida así es, hoy llueve a cántaros y mañana sale el sol. Tengo noches de recuerdos últimamente, lágrimas atrapadas que a veces salen solas y un sinfín de nostalgias. Extraño a mi hijo. Extraño a mi Caracas. Extraño como sólo extrañan los migrantes del mundo, los que han decidido sembrar vida en otras tierras. Cuando uno se va de su ciudad, la vida se ensancha para unas cosas y se estrecha para otras. Es más grande porque ves otros mundos, otras formas de pensar, otras caras, fisionomías y sueños, aprendes cómo no, creces, maduras, te centras… se achica el corazón de tristeza, se arruga, cuando piensas en lo que dejaste atrás y se agranda cuando ves lo que has construido contra viento y marea en tu nuevo hogar. Se achica porque no se puede dejar de pensar en las personas que no ves todos los días y que te gustaría oler, besar, abrazar y surge inevitablemente el sentimiento de nostalgia, de tristeza, de abandono. Te abandonan la risa y la carcajada temporalmente, sólo sabe de eso quien se ha ido y a quien han dejado. Saudade profunda y viene por toneladas, como la que produce un largo romance que de pronto acaba. Así la persona que migra contempla en silencio. La puerta del avión se cierra y por dentro sabe… algo le dice, “ya no regresarás”. “Despídete de todo.” Se rompe el corazón, pierde en algo su rojo. Se rompe tantas veces cuando migras. Me he tardado, pero luego de casi 11 años en D.F. finalmente entendí que puedo tener el corazón roto y al mismo tiempo celebrar que sigue teniendo sus puertas abiertas.

IX Encuentro del Círculo Humano, sábado 25 de junio 2011, 11-14 horas, Parque México, Col. Hipódromo Condesa, México D.F. Tema: Fidelidad vs. Infidelidad en las relaciones de pareja.

Miguel Ángel Vargas «… Miri, dime quién ha ido por allá, dime si ha ido el hijo de don Julian Sigala, y dime si está lloviendo mucho y cómo está la milpa». Estimada Nadir, en honor a tu texto de hoy, día de San Juan, transcribo un fragmento epistolar de una migrante internacional, que al igual que tú, extraña el «allá» real y simbólico. El migrante, Nadir, tiene doble tarea al estar y ser: equilibrar el aquí y el allá. Un abrazo de 15vo. Aniversario. (Un mensaje de mi facebook del día de hoy.)

Nadir Chacín

Fotografía

http://alltelleringet.com/

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