esclavitud

Este fin de semana es puente y en Cataluña celebramos la «revetlla de Sant Joan». Cuando pienso en San Juan lo primero que me viene a la mente es mi tierra natal Venezuela. Hoy vengo a hablarte de mis recuerdos y de cómo pasar de la esclavitud a la rebelión independientemente de las circunstancias de tu vida.

Esclavitud
Procesión en honor a San Juan Bautista en Barlovento, Venezuela

Recuerdo mis aventuras de antropóloga con los compañeros de la Universidad Central de Venezuela, en especialmente con mi querido amigo Henry Arvelo.

En aquellos tiempos, entre 1989 y 1992, hacíamos trabajos etnográficos de campo con/en poblaciones afrovenezolanas de la costa caribeña: Birongo, Ganga, Capaya y Curiepe.

Esa zona se conoce como la Llanura de Barlovento. Es una tierra de brujos, de chamanes, tierra mística y poderosa, a veces intimidante. Un paraíso para estudiar el sincretismo cultural, social y religioso.

Esos pueblos eran enclaves mixtos de población procedente de América y de África. Los africanos habían llegado a estas tierras esclavizados por los españoles durante la época colonial para que cultivaran los sembradíos de cacao.

El poder de la imaginación

Imagina lo que es vivir en esclavitud.

Ahora imagínate que el único día del año en que tus amos te dejan «libre» es el día de San Juan Bautista. Pues así era.

Un solo día al año para subvertir la realidad e invertir el orden de las cosas en compañía de todas las demás personas esclavizadas. Un día para imaginar una existencia diferente.

Veinticuatro horas de disensión velada en las que se crea un espacio/tiempo liminal en nuestra mente (individual y colectiva) mediante el cual lidiamos con las terribles condiciones de vida.

Eso hicieron las personas que fueron esclavizadas en casi todos los rincones del mundo. Crearon espacios de autonomía dentro de la esclavitud. Por eso muchas pudieron sobrevivir.

La otra cosa importante es que no lo hicieron solos, lo hicieron solos y colectivamente, como colectivo.

Esclavitud
No soy tu esclava/o

No creo que la esclavitud haya sido abolida.

Ahora nos siguen esclavizando pero de maneras diferentes.

Algunas esclavitudes son crueles como la trata de personas, la prostitución o la población migrante desplazada por crisis humanitarias y conflictos bélicos.

Otras esclavitudes del siglo XXI como el yugo de la explotación laboral, el «no llegar a fin de mes» o las hipotecas parecen «menos» tortuosas, sin embargo no dejan de ser letales a mediano y largo plazo.

Y qué decir sobre que el mesianismo de los políticos actuales y las masas humanas esclavizadas y alienadas con sus discursos.

Las caras de la esclavitud

La esclavitud siempre produce sufrimiento humano independientemente de sus características específicas y su contexto. Y sufren quienes reciben la violencia y quienes la ejercen, ya que la esclavitud nos roba la humanidad.

Esa es una reflexión que siempre me agrada hacer. Nadir, ¿qué te está esclavizando en este momento?

Te pregunto: ¿qué te esclaviza a ti ahora?

Me gusta pensar que cuando la vida (me) aprieta siempre puedo imaginar/recordar el sonido cadencioso del quitiplás (instrumento y ritmo afrovenezolanos) y sentirme libre.

Ese acto me da fuerzas para continuar sin pausa pero sin prisa hacia la merecida rebelión.

Me encantar pensar que las personas que queremos vivir en libertad y con consciencia somos más y que estamos juntes colaborando para que así sea.

Qué es la libertad

La libertad no es algo monolítico que se conquista hoy y dura para siempre.

¿Se puede ser libre en medio de la catástrofe? Sí. ¿Podemos los seres humanos llegar a ser 100% libres? Sí.

No obstante, es la rebelión precisamente la que te permite romper «las cadenas» y regalarte sorbos de paz en medio de la guerra. Esa es la razón por la que has de analizar y reconocer las formas en las que estás creando tus espacios de autonomía.

Rebeldes

Ya lo estás haciendo, ya eres rebelde en algunas áreas de tu vida. Lo que sucede es que no has prestado suficiente atención a tus comportamientos.

Para pasar de la rebelión a la libertad basta con prestar atención a tus comportamientos libertarios mientras suceden.

Por un lado, te urge celebrarlos, producirlos a voluntad y encaminar todo aquello a un estilo de vida más coherente con tu filosofía personal.

Por el otro lado, hace falta que ejerzas esos espacios de autonomía junto con otras personas, a quienes les interesen que todos los seres tengamos las mismas oportunidades y libertades.

Aunque «colaborar» a menudo parezca un verbo difícil de conjugar, requerimos un Norte claro hacia el que caminar como especie.

Te invito a cultivar un estilo de vida menos enajenante y enajenado. Es vital que lo hagas también de forma colectiva. Y sí, sí se puede.

Te espero.

La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad; es creación y osadía. ~ Eugène Ionesco

Tres sugerencias

Te recomiendo escuchar estos dos programas de mi podcast Ser siendo en los que hablo sobre la libertad:

Te recomiendo el podcast #100 de «Entiende tu mente». Esta vez grabaron en vivo y en directo en el Teatro Luchana de Madrid y el tema es la resiliencia.

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